Movilidad autónoma y conectada

La logística y la movilidad urbana actual está experimentando grandes cambios debido a la irrupción de las Smart Cities y a factores como las mejoras en la seguridad de los vehículos que nos ayudan a monitorizar el entorno para evitar los accidentes o disminuir en gran medida sus consecuencias gracias al uso de sensores, controladores y actuadores.

Gracias a estas tecnologías podemos avanzar hacia el siguiente paso: los vehículos autónomos y conectados que permitan un cambio de la movilidad urbana para alcanzar ciudades más saludables, competitivas, ecológicas e inteligentes.

En ITENE trabajamos en el desarrollo de la movilidad autónoma y conectada a través de soluciones tecnológicas que garanticen la seguridad de los ocupantes de los vehículos y otros usuarios de la vía pública.

Además, trabajamos movilidad sostenible y la optimización de las operativas de distribución urbana de mercancías, lo que se conoce como operativa de reparto de última milla o last mile delivery.

Conoce las áreas en las que trabajamos

• Incorporación de vehículos autónomos a los servicios de transporte de pasajeros y mercancías, con soluciones que ayudan a aligerar las operativas en la movilidad urbana y que implican el desarrollo de tecnologías como el Internet of Things (IoT), la Artificial Intelligence (AI), el Blockchain o la Geospatial Technology, clave para el desarrollo de las Smart Cities, y que suponen una mejora significativa de la eficiencia de las actividades y servicios.
• Gestión avanzada del tráfico gracias a la incorporación de la movilidad conectada.
• Optimización de modelos logísticos hacia modelos más inteligentes.
• Seguridad y trazabilidad de mercancías en sistemas de movilidad autónoma o conectada.
• Previsión y gestión de la demanda.
• Reparto de mercancías con vehículos autónomos.
• Definición de modelos de carpooling, carsharing para servicios de movilidad compartida de pasajeros.

¿Qué beneficios puede comportar la movilidad autónoma y conectada?

• Aumento de la seguridad en el transporte y el descenso de la siniestralidad.
• Nuevas posibilidades de transporte para personas con diversidad funcional o de la tercera edad.
• Reducción de costes de reparto e incremento de la eficiencia y la sostenibilidad en la conducción.