Ampliación de la responsabilidad del productor en envases comerciales e industriales

El Real Decreto de Envases y Residuos de Envases incorpora por primera vez en España la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para los envases industriales y comerciales, de tal manera que los envasadores, importadores y adquirientes intracomunitarios tendrán que hacerse cargo de organizar y financiar la gestión de los residuos de envases que pongan en el mercado.

¡Lee este artículo para descubrir cómo la ampliación de la responsabilidad del productor en envases comerciales e industriales está transformando la gestión de residuos! Aprenderás sobre el marco normativo vigente, los requisitos esenciales para los sistemas de responsabilidad ampliada del productor y el impulso a los envases reutilizables.

1. ¿Qué es la responsabilidad Ampliada del Productor?

2. Normativa en España: Ley de Residuos y Real Decreto de Envases

3. Registro para los productores de productos

4. Sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR)

5. ITENE, un aliado de los SCRAP

6. Impacto en las empresas: Un caso práctico

1. ¿Qué es la Responsabilidad Ampliada del Productor?

La responsabilidad ampliada del productor es un concepto que se introdujo por primera vez en la Directiva (UE) 94/62/CE sobre envases y residuos de envases, con el objetivo de que los productores asumieran los costes de la gestión y el tratamiento de los envases una vez que se convierten en residuos y son desechados por los consumidores o los poseedores finales. En España, esto se ha trasladado a través de la Ley 11/1997, y originalmente se aplicaba de manera obligatoria solo a los envases domésticos, siendo voluntario para los envases comerciales e industriales.

2. ¿Qué normas regulan la Responsabilidad Ampliada del Productor en España?

• Ley de Residuos

La Ley 7/2022, del 8 de abril, sobre Residuos y suelos contaminados destina un título específico para la Responsabilidad Ampliada del Productor, detallando las obligaciones que deben cumplir los productores y los requisitos mínimos de los regímenes de responsabilidad ampliada.

Esto abarca tanto los envases destinados a los consumidores (envases domésticos) como aquellos utilizados en el ámbito industrial para el transporte de mercancías entre empresas (envases industriales) y los envases que llegan a comercios o establecimientos de restauración (envases comerciales).

• Real Decreto de Envases

El Real Decreto de Envases y Residuos de Envases introduce varias novedades significativas en relación a la responsabilidad ampliada del productor ya que también se dedica una sección específica para regularla, abarcando tanto los envases comerciales como los industriales.

¿Cuáles son novedades que incluye el Real Decreto de Envases respecto a la responsabilidad ampliada del productor?

• Ampliación del ámbito de aplicación: El decreto aumenta la responsabilidad ampliada del productor a todos los envases, incluyendo los envases comerciales e industriales. Anteriormente, esta responsabilidad solo era obligatoria para los envases domésticos, pero ahora se extiende a todos los tipos de envases.
• Obligatoriedad de cumplimiento: A diferencia del pasado, donde la responsabilidad ampliada del productor en envases comerciales e industriales era voluntaria, el nuevo decreto establece que todos los productores de envases, sin importar su categoría, deben cumplir con las obligaciones y responsabilidades establecidas.
• Gestión y tratamiento de residuos: El decreto establece que los productores son responsables de asumir los costos y la gestión adecuada de los envases una vez que se convierten en residuos y son desechados por los consumidores o poseedores finales. Esto incluye la recolección, clasificación y reciclaje de los envases para obtener materias primas que puedan ser reintroducidas en nuevos envases u otros productos.
• Sistemas de responsabilidad ampliada del productor: El decreto establece que los productores deben adherirse a sistemas de responsabilidad ampliada del productor (SARP) para cumplir con sus obligaciones. Estos sistemas implican la organización y financiación de la recogida selectiva, el reciclaje y otras actividades relacionadas con los envases y sus residuos. Los SARP deben cumplir con los requisitos establecidos en el decreto y estar registrados en el correspondiente registro oficial. Se puede hacer a través de un Sistema Individual (SIRAP) o de forma agrupada a través de un Sistema Colectivo (SCRAP), es decir, asociaciones de varios de los actores implicados que hacen posible que las empresas cumplan con sus obligaciones.

3. Registro para los productores de productos

En cuanto a la organización de los sistemas para cumplir con estas obligaciones, se mantiene la opción de establecer sistemas individuales o colectivos. Los sistemas colectivos creados podrán ser específicos para envases domésticos, comerciales o industriales, o bien mixtos, permitiendo la gestión de varios tipos de envases.

Uno de los principales objetivos de estos sistemas es garantizar la correcta recogida y tratamiento de los residuos. Además de cumplir con las tasas de reciclado establecidas, se han establecido metas para la tasa de recogida, que busca alcanzar el 75% en 2027, el 85% en 2030 y el 95% en 2035 para los envases comerciales e industriales.

Para cumplir con sus funciones, la contribución financiera de los productores deberá cubrir todos los costes relacionados con la gestión de residuos, incluyendo la recogida separada, el transporte, el tratamiento de los residuos, la difusión de información y concienciación al usuario o poseedor final, así como la recopilación y comunicación de datos.

Adicionalmente, la contribución económica en los sistemas colectivos deberá ajustarse en función de distintas características del envase, como el material, la durabilidad o el fin de vida, entre otros.

4. Sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR)

Por último, otra novedad destacada se refiere a los envases reutilizables, los cuales deberán formar parte de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) que puede ser organizado tanto de forma individual como conjunta con otros productores.

Los envases que participen en un SDDR deberán contar con una adecuada identificación, indicando claramente que son envases reutilizables y exhibiendo el símbolo del sistema al que pertenecen. De este modo, el poseedor final podrá reconocerlos y separarlos de los envases de un solo uso, que requieren un tratamiento diferente.

Como requisitos generales, los productores deberán cobrar una cantidad económica en forma de fianza o depósito a sus clientes hasta que el envase llegue al último poseedor. Una vez que el envase sea devuelto, la fianza deberá ser reembolsada y el productor, o el agente designado, se encargará de su adecuado reacondicionamiento para su posterior reutilización dentro del ciclo. En caso de que el envase no pueda ser reutilizado, el productor deberá entregar los residuos a un gestor autorizado según las regulaciones vigentes.

5. ITENE, un aliado de los SCRAP

Igualmente, podemos brindar apoyo en el análisis del cumplimiento de estos nuevos objetivos desde una perspectiva legal y normativa. Estamos al tanto de las regulaciones vigentes y podemos evaluar si los envases cumplen con los requisitos establecidos.

En ITENE también estamos trabajando en el desarrollo de nuevas alternativas de envases que estén alineadas con los objetivos de economía circular. Esto incluye la implementación de nuevos circuitos, como los de reutilización, que permitan reducir el impacto ambiental de los envases y fomentar su ciclo de vida sostenible.

6.Impacto en las empresas: Un caso práctico

Sin embargo, el cambio significativo se produce en lo que respecta a las cajas de cartón y los palés utilizados, que son considerados envases comerciales. Anteriormente, no era obligatorio adherirse a un sistema de responsabilidad ampliada, y la responsabilidad recaía en el poseedor final. Sin embargo, con la entrada en vigor del Real Decreto de Envases, se exige que se adhieran u organicen un sistema de responsabilidad ampliada. Para ello, se otorga un plazo de dieciocho meses desde su entrada en vigor para establecer estos sistemas, así como un plazo de doce meses para presentar la comunicación del sistema individual o la solicitud de autorización como sistema colectivo.