Un material de envase desarrollado por ITENE evita las plagas de insectos en productos alimenticios secos

20/06/2019

El proyecto OPTIDRY, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) a través de los fondos FEDER, supone una alternativa al packaging tradicional.

envases - activos - OPTIDRY - ITENE

El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) ha desarrollado un material activo para envases que actúa como repelente de plagas de insectos mediante técnicas de procesado comunes en la industria.

Este avance, enmarcado en el proyecto OPTIDRY, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), evita la infestación de productos alimenticios secos como pastas o arroz, gracias a que los envases incorporan agentes repelentes de insectos, lo que permite alargar su vida útil, mejorar su calidad y garantizar su seguridad alimentaria.

La mayoría de los envases de productos secos utilizan materiales microperforados que dejan escapar el aire presente en el envase y que evitan la técnica del envasado al vacío, que retarda el proceso de producción. Sin embargo, estas perforaciones son la vía de entrada de gorgojos que pueden infestar el alimento.

En el proyecto OPTIDRY, desarrollado entre enero de 2018 y junio de 2019, se ha trabajado asimismo en la obtención de absorbedores de oxígeno para evitar el enranciamiento en alimentos secos que pueden sufrir procesos de degradación debido a la presencia de oxígeno, como snacks y frutos secos.

La calidad de los frutos secos, especialmente de aquellos con alto contenido graso, suele mermar a causa del enranciamiento provocado por las reacciones de oxidación que tienen lugar en las grasas y que conllevan alteraciones sensoriales en el alimento (deterioro de sabor y aroma y alteración del color, entre otras), así como pérdidas nutricionales.

Una de las alternativas más utilizadas para solucionar este problema consiste en la adición directa de conservantes en los alimentos. Sin embargo, esto genera recelos entre algunos consumidores y obliga a las empresas a asegurar que el aditivo supera los controles toxicológicos establecidos por los organismos competentes.