Envase flexible: En busca del equilibrio entre reciclabilidad y rendimiento

21/07/2025

El envase es un elemento con impacto directo en la sostenibilidad, la competitividad de las empresas y la percepción del consumidor. El valor de un envase reside tanto en sus prestaciones técnicas como en su contribución al equilibrio entre funcionalidad, sostenibilidad y adaptación a las nuevas exigencias del mercado. Esto obliga a repensar los materiales y procesos, con el objetivo de avanzar hacia soluciones innovadoras que no comprometan ni la seguridad del producto ni el fin de vida del envase e, incluso, mejoren sus propiedades sin elevar el coste. 

El envase flexible es una de las principales soluciones de envase actuales, ocupando más de un 40% de los envases de alimentación. Valorado por su ligereza, versatilidad y altas prestaciones para conservar alimentos de larga vida útil, abarca una proporción relevante del mercado global de envasado de productos de gran consumo y se prevé que en 2030 haya duplicado su crecimiento respecto a 2021. En los próximos años, el nuevo Reglamento Europeo 2025/40 de Envases y Residuos de Envases, redefinirá cómo se diseñan, fabrican y gestiona la reciclabilidad de los envases. El reto, por tanto, pasa por la innovación para mejorar la recuperación de estos envases al final de su ciclo de vida, sin perder las prestaciones que ofrecen. 

En ITENE trabajamos en colaboración con las empresas para desarrollar soluciones que cumplen con las nuevas exigencias normativas, como son las estructuras monomaterial reciclables. Esto implica mejorar propiedades críticas como las propiedades barrera y mecánicas, especialmente la flexión, así como la estanqueidad y sellado. Todo ello, asegurando la reciclabilidad de las estructuras desarrolladas con propiedades barrera basadas en poliolefinas (PP, PE) y, por supuesto, su compatibilidad con las líneas de producción. 

Para ello, empleamos recubrimientos aplicables mediante técnicas de impresión industrializables que incorporan principalmente refuerzos y otros aditivos, así como formulaciones de termoplásticos para eliminar las capas de adhesivos en estructuras complejas. Por ejemplo, en snacks y alimentación seca, estamos ofreciendo alternativas a las estructuras multicapa, como son las soluciones monomaterial reciclables con barrera incorporada, manteniendo propiedades de conservación y sellabilidad térmica.  

Por otro lado, para aplicaciones que requieren barrera total contra la luz, el oxígeno, la humedad y contaminantes, somos capaces de sustituir capas metalizadas y aluminio mediante estructuras avanzadas desarrolladas para cumplir con los requerimientos del producto envasado y utilizando nuevas tecnologías como la plasmapolimerización para desarrollar recubrimientos funcionales que permiten mantener propiedades de conservación sin comprometer la reciclabilidad del envase. Además, diseñamos adhesivos funcionales reciclables que permiten la deslaminación y separación eficiente de capas en procesos de valorización de envases flexibles. 

Adicionalmente, a través del uso de distintas tecnologías de aplicación de recubrimientos como flexografía, huecograbado y slot die, estamos mejorando los materiales celulósicos para obtener distintas aplicaciones de envase flexible y semirrígido con propiedades mejoradas modificando espesores, viscosidad o contenido en sólidos. En este sentido, aportamos soluciones celulósicas para ser empleadas en la producción de envases flexibles tipo pouch o cartoncillo para envasado al vacío y conformado de bandejas.

Otra línea clave es la formulación de materiales biodegradables y compostables de origen no fósil —como los polihidroxialcanoatos (PHA) o polímeros naturales como almidones o polisacáridos— cuyas propiedades se mejoran mediante la formulación a medida en función de los requerimientos del producto a envasar.  

No obstante, hoy por hoy no basta con diseñar pensando en la sostenibilidad, sino que además hay que demostrar que estos nuevos materiales y estructuras de envase permiten una reciclabilidad efectiva en condiciones industriales. Es por ello que, desde ITENE, asesoramos a las empresas para demostrar la reciclabilidad de estos desarrollos y estamos acreditados para la aplicación de estos protocolos de análisis experimental que evalúan la posibilidad de reciclado real.  

En el caso del plástico destacan los protocolos de RECYCLASS, que permiten la reproducción de los procesos de reciclado de polímeros tales como polietileno rígido y flexible, polipropileno rígido y flexible y poliestireno, entre otros. Por su parte, los protocolos de ATICELCA y CEPI permiten la evaluación experimental de los envases celulósicos. Mientras que desde el ITENE Compostability Lab realizamos ensayos reconocidos por los principales sellos de certificación para determinar la compostabilidad industrial, home y biodegradabilidad en suelo y agua. 

El avance hacia un modelo de envase flexible más sostenible y reciclable se logrará con una visión integrada que combine innovación en materiales, rediseño estructural y validación técnica rigurosa. En ITENE trabajamos para que cada innovación contribuya de forma tangible a una cadena de valor más eficiente y circular, sin renunciar a las exigencias funcionales del producto ni a los marcos regulatorios.