Un nuevo sistema de análisis de bajo coste permite detectar la presencia de bacterias vivas de Listeria m. y E.coli en alimentos y superficies y determinar su concentración
El sistema biosensor, que cuenta con unos reactivos que cambian de color al advertir la presencia de los patógenos, ha sido desarrollado por ITENE en el marco del proyecto BIOTSENS, financiado por el IVACE.
Un nuevo kit de análisis de bajo coste permite detectar la presencia de las bacterias vivas de Listeria monocytogenes y Escherichia coli en alimentos o superficies que puedan entrar en contacto con ellos y determinar su nivel de concentración.
Este sistema biosensor ha sido desarrollado por el centro tecnológico en el marco del proyecto BIOTSENS, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) con fondos Feder. El objetivo de este proyecto, ejecutado entre junio de 2022 y el mismo mes de 2023, ha sido el desarrollo de sensores y biosensores para superar las limitaciones que presentan las tecnologías disponibles para la detección de patógenos y contaminantes en aire, agua y superficies.
En concreto, el responsable del proyecto en ITENE, Alejandro Hernández, ha explicado que se ha desarrollado “un sistema biosensor rápido, sencillo y de bajo coste que permite la detección y determinación simultánea de dos tipos de bacterias vivas o viables de relevancia para el sector alimentario, la Listeria monocytogenes y la Escherichia coli, cuya ingesta a través de alimentos contaminados puede causar infecciones graves, como la listeriosis, que, a su vez, pueden derivar en una hospitalización, u otras enfermedades”.
De este modo, se han continuado investigaciones realizadas en el proyecto BESAFE el año anterior, cuando se desarrolló un kit para identificar la presencia de estas bacterias y cuya mejora en el marco de BIOTSENS ha permitido la diferenciación entre las bacterias viables de las no viables, vivas y muertas, respectivamente.
Para ello, se selecciona una muestra alimentaria y se realiza un aislamiento del microorganismo o conjunto de microorganismos en una muestra líquida. Seguidamente, se aplica un medio de detección que cambia de color al detectar la presencia de los patógenos. La presencia de E. coli y Listeria monocytogenes provoca cambios de colores diferentes entre sí (amarillo y azul) y del que se genera cuando ambos están presentes en la superficie, lo que permite su identificación simultánea a simple vista. Además, el biosensor desarrollado permite determinar la concentración tanto de E. coli como de Listeria monocytogenes al variar la intensidad del color en función de la concentración del patógeno en la muestra.
Asimismo, esta tecnología puede adaptarse para permitir la identificación y cuantificación de otras bacterias de relevancia para la industria alimentaria, como Salmonella, que puede causar la intoxicación alimentaria denominada salmonelosis, o Campylobacter, causante de enfermedad diarreica.
De este modo, el investigador ha resaltado que “se da respuesta a la necesidad de desarrollar herramientas sensibles, eficaces y rápidas que permitan garantizar la seguridad de los consumidores y acelerar los tiempos de respuesta en la toma de decisiones frente a situaciones críticas, reduciendo notablemente el impacto económico que puede generar una alerta sanitaria en una empresa del sector alimentario”.
Estas investigaciones se enmarcan en la línea de trabajo desarrollada por el centro tecnológico para identificar patógenos de interés para la industria alimentaria, para lo que aplica biosensores cuyas ventajas radican en su escalabilidad y su bajo coste de producción, ya que permiten la detección de un patógeno en tiempos inferiores a 30 minutos. De este modo, se ofrecen soluciones para la detección temprana de patógenos, la prevención de la exposición y los contagios y la reducción de alertas alimentarias e infecciones.