8 preguntas frecuentes sobre evaluación de compostabilidad

29/05/2024
Jordi Palau, Responsable de Compostabilidad

En un mundo que se preocupa cada vez más por la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental, los envases compostables han ganado un protagonismo crucial. La creciente demanda de los consumidores por productos ecológicos ha impulsado su desarrollo y adopción.

En ese sentido, las empresas están tomando medidas concretas para minimizar su huella ambiental mediante la adopción de envases compostables. Sin embargo, para garantizar que estos productos se biodegraden adecuadamente y cumplan con los estándares establecidos, es fundamental realizar pruebas de compostabilidad exhaustivas.

No obstante, ante este tipo de pruebas surgen algunas dudas. En este artículo, desglosamos las 8 preguntas más frecuentes en torno a la evaluación de compostabilidad.

  1. ¿Qué es la compostabilidad
  2. ¿Qué diferencia existe entre el compostaje doméstico e industrial?
  3. ¿Qué diferencia hay con un producto biodegradable?
  4. ¿Es necesario certificar?
  5. ¿Cuál es la norma de referencia para la evaluación de la compostabilidad?
  6. ¿Qué ensayos se deben de realizar o en qué consisten?
  7. ¿Qué cantidad de material es necesario para iniciar los ensayos?
  8. ¿Es necesario realizar todos los ensayos?

 

1. ¿Qué es la compostabilidad?

Es un proceso por el cual la materia orgánica se degrada por la acción de los organismos presentes a CO2, H2O, compuestos inorgánicos y biomasa en un periodo de tiempo definido y en unas condiciones controladas, ya sean industriales o domésticas.

De esta manera, un producto compostable nos indica que es posible reciclarlo orgánicamente a través del proceso de compostaje industrial o doméstico.

¿Qué diferencia existe entre el compostaje doméstico e industrial?

La diferencia entre ambos ambientes es el escenario en el que se desarrolla el proceso de compostaje. Un sistema industrial posee un control de parámetros de operación que permite alcanzar temperaturas superiores acelerando el proceso de degradación de la materia orgánica. Por otro lado, el sistema doméstico se desarrolla en casa, jardines o puntos de comunidad en el que las pilas más pequeñas necesitan de un tiempo mayor para transformar los residuos orgánicos en compost.

¿Qué diferencia hay con un producto biodegradable?

La biodegradación es la transformación de la materia orgánica en nutrientes, CO2, HO2 y biomasa a través de los agentes biológicos y físicos del medio receptor en condiciones ambientales que se dan en la naturaleza. La principal diferencia con el proceso de compostaje es que la biodegradación no tiene asociado un tiempo en el que el proceso ha de completarse ni unos requisitos de temperatura, humedad, pH, O2, volteos, etc.

De esta manera, al no presentar un marco normativo, un producto o polímero orgánico el cual tardase 1000 años en ser descompuesto por los agentes biológicos del medio receptor se consideraría biodegradable.

El adjetivo biodegradable en un producto, a diferencia de el de compostable, no aporta valor a no ser que se acompañe con una descripción del medio sobre el cual se han realizado ensayos normalizados como SOIL, MARINE o WATER que te permita fijar un tiempo máximo de descomposición y asegure que no se producen efectos tóxicos sobre este.

¿Es necesario certificar?

No es necesario certificar, pero si verificar. El proceso de certificación está asociado a entidades privadas que tras un análisis documental y de resultados de ensayo permiten el uso de su marca en el producto. Estas entidades permiten que un tercero certifique que tu producto cumple con las normas de compostabilidad de los países, regiones elegidas.

La verificación es un proceso por el cual mediante el informe de resultados de los ensayos de evaluación de la compostabilidad y una autodeclaración de la empresa justifican la adecuación de su producto a los requisitos de los estándares asociados.

Nótese que es recomendado que el laboratorio de ensayo este acreditado para la realización de los ensayos de la norma escogida para que la autodeclaración tenga una mayor credibilidad frente clientes y entidades gubernamentales.

¿Cuál es la norma de referencia para la evaluación de la compostabilidad?

Existen diversas normas que evalúan la compostabilidad en función de la región en la que se aplique. La norma europea EN 13432:2001 se considera la norma de referencia a partir de la cual las otras normas se han transcrito y/o desarrollado incluyendo nuevos requisitos como sucede con las normas  AS 4736:2006 y AS 5810:2010 en la que se incluye la toxicidad sobre invertebrados terrestres o la EN 17088:2021 que incluye la toxicidad en bacterias nitrificantes. Otras normas de referencia son a nivel americano la ASTM D 6400:2023 y la ASTM D 6868-21 o a nivel internacional la ISO 18606:2013 en la que se amplía a un total de 4 especies de plantas terrestres superiores para valorar la toxicidad.

¿Qué ensayos se deben de realizar o en qué consisten?

Cuatro son los ensayos que se requieren para la evaluación de la compostabilidad.

  • Caracterización: Se determina si la muestra es orgánica y si presenta una concentración de metales regulados y sustancias peligrosas inferior al límite establecido.
  • Biodegradación: El ensayo de biodegradabilidad se realiza preferiblemente de acuerdo con la ISO 14855. Se evalúa si el carbono orgánico de la muestra como única fuente de carbono es asimilable por los microorganismos. El criterio de aprobación considera un embalaje biodegradable si alcanza el 90% de biodegradación después de un máximo de 6 meses.
  • Desintegración: Se evalúa si la muestra se fragmenta en trozos menores a 2 mm sin presentar contaminación visual asociada a esta. El ensayo se puede realizar bajo condiciones de escala piloto (ISO 16929) o a escala laboratorio (ISO 20200) en ciertos casos específicos. El grado de desintegración ha de ser >90% para un diámetro de tamiz de 2 mm después de 12 semanas.
  • Calidad final del compost: La calidad no ha de estar influenciada por el producto de ensayo. Esto se evalúa mediante el análisis físico-químico y también por los ensayos de toxicidad de las plantas (OECD 208 ), determinando la germinación de las plántulas y el crecimiento, del compost obtenido después de la prueba de desintegración. Esta etapa se ejecuta aproximadamente durante 4 semanas.

Para que un producto sea compostable ha de superar las 4 etapas expuestas con anterioridad.

¿Qué cantidad de material es necesario para iniciar los ensayos?

La cantidad va a depender del tamaño de reactor de la etapa de desintegración. Para un ensayo con 15 kg de biorresiduo es necesario para completar todas las etapas del entorno de 7 kg. Preferiblemente, el material será enviado en su forma final para garantizar que la muestra de ensayo ha finalizado el proceso productivo y que no va a sufrir ninguna modificación posterior.

¿Es necesario realizar todos los ensayos?

Si los constituyentes que se emplean no están registrados o certificados, será necesario realizar por completo el set de ensayos definidos por la norma. No obstante, dependiendo de la composición del producto y de los certificados de compostabilidad de los constituyentes es posible que tan solo se requiera la etapa de desintegración o ninguna siempre y cuando no superemos los requisitos de espesor o gramaje de estos.


 

En resumen, es crucial que las empresas reconozcan el proceso de compostabilidad y las normas que lo acompañan para garantizar la eficacia y sostenibilidad de los productos compostables en el panorama del mercado actual. Al comprender los detalles del compostaje y cumplir las normas establecidas, los fabricantes pueden producir con seguridad productos ecológicos que cumplan los requisitos normativos y las expectativas de los consumidores.

Además, este conocimiento capacita a los consumidores para tomar decisiones informadas, fomentando la adopción de soluciones compostables y contribuyendo al objetivo general de preservación del medio ambiente. En consecuencia, fomentar la concienciación y la educación sobre la compostabilidad beneficia a las empresas y desempeña un papel fundamental en la promoción de un futuro más ecológico y sostenible para las generaciones futuras.

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    Jordi Palau
    Jordi Palau

    Responsable de Compostabilidad

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